San Miguel Arcángel pesando las almas en el Juicio Final

miércoles, 31 de agosto de 2016

El "Circo de los Horrores" persigue la consagración del público asistente a Lucifer, el Ángel caído


El Circo de los Horrores, con sus secciones "Cabaret maldito" y "Manicomio"- NO ES un espectáculo inocente: además de profanar la Iglesia –el escenario es una “catedral estilo gótico”-, puesto que la Iglesia es en donde mora, en el sagrario, el Dios de la Eucaristía, Jesucristo, constituye además una representación de la posesión diabólica en el ser humano, porque en esta obra se quiere representar que el cuerpo del hombre, convertido en “templo del Espíritu Santo” por el bautismo y en el que su corazón debe ser por lo tanto el altar en donde se adore a Jesús Eucaristía, en realidad le pertenece a Lucifer. En otras palabras, la presencia del Padre de la mentira en una catedral gótica, no sólo representa una intolerable profanación de un templo sagrado en el que mora Jesús Eucaristía, sino que además representa la posesión diabólica, por el cual el cuerpo del hombre, de ser “templo del Espíritu Santo”, pasa a ser “templo de Satanás”, en donde este reina, desencadenando todo tipo de pecados, desde la soberbia hasta la lujuria, pasando por la blasfemia.
Por otra parte, tampoco es un espectáculo inocente, porque según sus propias palabras, el objetivo del “espectáculo” es hacer que el público asistente “comulgue” (sic) con “Lucifer, eje central del espectáculo”. Si esto no es iniciación satánica, entonces, ¿qué lo es? Según lo publicado en el sitio web, lo que se busca no es “diversión”, sino consagración a Lucifer –esto es lo que significa “comulgar”-  por parte del público asistente.
Les dejo a continuación un párrafo copiado literalmente de la sección “Cabaret maldito”, tal como figura, hasta el día de hoy, 01/09/16, en la siguiente dirección electrónica: https://www.circodeloshorrores.com/Cabaret/es/espectaculo.html 

“Cabaret maldito es una propuesta en donde Lucifer es el eje central del espectáculo. Una catedral estilo gótico es el espacio donde la pasión, el desenfreno y la pasión convergen en perfecta armonía. Gracias a la versatilidad de los artistas, el público tiene la posibilidad de experimentar un espectáculo único y original enmarcado en un impactante escenario.
El espectáculo pretende que el público comulgue y participe en una oscura y salvaje fiesta de humor, lujuria y pasión delirante, con nuestro viejo maestro de ceremonias transformado en Lucifer, que nos mostrará los rincones más siniestros de este singular y siniestro cabaret”.

P. Álvaro Sánchez Rueda.

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